Con un cielo despejado y con más de cien mil personas agolpándose en el astillero de Belfast para ver al enorme buque que se había estado gestando en su ciudad durante varios años, daba comienzo la travesía del impactante barco Titanic.
A este importante acto asistieron, junto al alcalde de Belfast que, presidio el acto, JP Morgan, Pirri, Ismay, directivos y personal de la empresa constructora de la compañía naviera.
Bruce Ismay, directivo de la empresa White Star Line constructora del Titanic, señaló durante el acto de botadura que “como es costumbre en nuestra empresa, al igual que otros barcos de la compañía, el Titanic no será bautizado con la rotura de una botella de champagne contra su casco, sino con la explosión de tres cohetes”. Tras estas palabras fue lanzada la pirotecnia, preparada para esta ocasión, entre los aplausos de gran parte de la ciudad de Belfast, reunida en ese momento en el puerto.
Miles de personas que admiraban como los cohetes explosionaban en el cielo, habían adquirido desde hacía varios meses los billetes necesarios para poder viajar en el Titanic. La gran mayoría, con billetes de primera clase, esperaban impacientes con sus maletas en una zona habilitada para este tipo de pasajeros, aquellos que no habían tenido la suerte de viajar en primera, se encontraban mezclados con la muchedumbre esperando que embarcaran primero los poseedores de los tickets de primera clase.
“Fue algo impresionante, nunca había visto algo así”, señalaba el pequeño Charlie Brown, mientras veía como se alejaba el impresionante barco. “Dicen que es indestructible y que en su cubierta se podrían haber construido tres campos de fútbol, ojalá pudiera haber conseguido uno de esos camarotes”, afirmaba otro de los asistentes desde una de las tabernas cercanas al puerto.
Los vítores y los saludos con la gorra de los hombres a bordo del barco se contagiaron entre los espectadores del astillero y de las riberas del río; las mujeres ondeaban sus pañuelos al aire desde tierra y los caballeros su sombrero. Ese mismo día a miles de kilómetros de distancia el Olympic, barco hermano del Titanic, finalizó sus pruebas de navegación en el mar.